Muchos caciques pero sin indios.

SURda

Opinión

c.e.r

 

”El Observador” es un periódico burgués y por tanto desconfiable como ”El Pais” o el semanario ”Busqueda”. Sobre el tema no debemos hacernos ilusión alguna.

En consecuencia, como la campaña electoralmente ”es chaucha”, y sin participación popular activa, ”El Observador” encuentra que es conveniente, señalar solamente la falta de movilidad fraudeamplista.

Un truco electoral permitido para la opinión burguesa, porque mejor vemos la paja en el ojo ajeno que atender la viga que cuelga del órgano burgués propio.

Lo real es que los tres partidos con posibilidades de un triunfo electoral, o sea los dos burgueses (blancos y colorados) y el fraude amplismo, son un conjunto de caciques, caciquillos y varios capitanejos parlamentarios, practicamente sin indios que los sigan, les hagan ”las movilizaciones” y le den a la campaña electoral, el olor a vida política de antaño.

La campaña electoral, transcurre así, sin grandes movilizaciones ciudadanas, o mejor dicho con la ciudadanía a la espectativa, sin fervor, orejeando el futuro, sin prisas y sin apuros.

Para los caciques, caciquillos y capitanejos, es un grave problema indudablemente, pero como en la campaña electoral a los caciques, caciquillos y capitanejos les interesa el resultado final, o sea el asalto al gobierno para el carneo de la res publica , y como saben además -más que de sobra- que las elecciones ”representativas” son una farsa del sistema para llenar el ojo, el tema no los inquieta mucho. Se trata de ”bailar con la más fea” por el momento hasta los resultados de los últimos días de octubre. Después se verá.

Hemos señalado en demasiados articulos que nuestra ”democracia representativa y parlamentaria” es solo una falsa democracia.

Otros -los politólogos- han señalado en sus pseudo sesudos comentarios que los ”programas” en juego no diferencian mayormente a los partidos, a partir de que el bloque burgués, aleccionado después del quiebre que les dió la ciudadanía a su hegemonía de otrora , se abstiene con cazurro cálculo de mencionar el ”neoliberalismo” programático que para ellos ”es el voto que el alma pronuncia”. El mismo solo encuentra refugio en las columnas del diario ”El Pais” donde moran los ”diehard” o sean los ”neoliberales al mango” el núcleo duro de la reacción, que por el momento -ante el evento electoral- han recibido la orden de mantener un segundo plano táctico, a efectos de ”no pudrir todo” con sus apresuramientos.

Porqué el sistema politico vigente en el Uruguay es una falsa democracia?

-Es una falsa democracia, porque los elencos políticos que disputan el poder, con participación popular momentánea, ”de elecciones” y resultados finales , saben bien que las tendencias más profundas de la ciudadanía y particularmente ”los grandes cambios” seran negados a los más, la masa del pueblo.

Y a qué se debe esa falta de movilización popular activa en las actuales elecciones?

-Se debe a la estafa política más reciente - protagonizada por el Frente Amplio- en el ejercicio de dos gobiernos consecutivos.

 

Las mayorías ciudadanas que lograron la hazaña de romper el bipartidismo tradicional que caracterizaba la vida política uruguaya, saben que los cambios prometidos se diluyeron. Que no hubo posibilidad de hacer oir y concretar sus aspiraciones. Que en cada uno de los temas importantes: derechos humanos, la deuda externa, la resolución del tema agrario, cesar la miseria colectiva que es evidente en el panorama urbano de las ciudades, la reactivación de la dignidad colectiva por el empleo y el trabajo que satisfaga las necesidades de las familias , seguimos igual o peor que antes. Todo en realidad ha sido cosmética y buena coyuntura internacional.

Y que además la participación activa de esas grandes mayorías , haciendo oir su voz y sus deseos y controlando al gobierno, en el regimen ”de democracia representivo-parlamentaria”, esa tarea es imposible. No lo aceptan las jerarquías frentistas y mucho menos los antiguos partidos burgueses hoy en oposición.

El ”sistema” esta hecho para que las grandes ideas de los problemas nacionales, no se imponga, tenga que negociarse en el denominado ”juego político” y ”acuerdos posibles” de los partidos en el Parlamento, donde el pueblo es solo convocado para que ”desde afuera” del edificio no pueda decidir nada, porque ”adentro”, los ”representantes” se encargarán de chalanear todo.

Y para hacer efectivo ese chalaneo, está ”la oposición” y aún despues de esa ”oposición” estan ”los otros poderes del estado” que se encargarán de declarar las ”inconstitucionalidades” necesarias para que todo siga como ha estado siempre, en las manos de los de siempre, y los cambios se dilaten en el tiempo todo lo necesario.

Inclusive el pueblo, las grandes mayorías, han hecho su experiencia del otro mecanismo posible para imponer su voluntad. Nos referimos a los ”pleibiscitos”. Se pleibiscita con trampa , y si hay posibilidad de triunfo, entonces nos encontramos que ”dentro de filas” existen los partidarios de no alentar ciertas propuestas y llegado el caso hasta sabotear el ”ensobre” de la alternativa no deseada.

Qué otra cosa hizo el Sr. EFH, el ”quijote de la bicicleta” y su grupo político del CAP-”libertario” en el último pleibiscito?

Qué otra cosa hizo, el Sr. Danilo Astori y su grupo político en las pasadas elecciones?

Y tengamos en cuenta, que tanto uno como el otro, en el tema ”derechos humanos”, coinciden, estan en bloques alternativos y disputando poder ”en la interna”, parecen adversarios, se enfrentan en las listas, pero llegado el momento, cierran filas, se ponen de acuerdo ”milagrosamente” y a eso lo llaman ”los azares de la vida política democrático-representativa”.

En todos estos verdaderos ”malabares”, la gente de a pie, el pueblo que trabaja y no llega al sueldo que marcan para ”la canasta familiar” las estadisticas del mismo gobierno , ha hecho su experiencia. De la experiencia viene su exepticismo de los partidos políticos, que antes -hasta el quiebre del bipartidismo- alcanzaba sólo a los partidos burgueses, pero que ahora -despues de la experiencia política reciente- de dos administraciones frentistas, llega al antiguo Frente Amplio rebautizado en el lenguaje popular como Fraude Amplio.

Como los posibles lectores saben, todas estas cuestiones han de ser negadas terminantemente por las alturas políticas fraudeamplista, el círculo cerrado del poder efectivo, la cúpula estrecha que se sienta en el vértice de la pirámide política. Todo ese estrecho círculo de la burocracia política privilegiada nos ofrece otra interpretación. Nos dicen que ellos son ”la izquierda” y que los partidos burgueses tradicionales son ”la derecha”.

Un aspecto lamentable de esa trivialización de la política lo cumple la mayoría de la dirección del Pit-Cnt, donde tanto el antiguo reformismo político (léase el PCU), como la corriente de ”Articulación”, han sido sobornados por el poder político con ciertas migajas que caen de la mesa del poder, para que cumplan el papel de engañar a las mayorías sindicalizadas.

Este criterio interpretativo de ”izquierda” y ”derecha” lo sabe bien la mayoría de la masa de la ciudadanía.

Fue la voluntad de ellos la que rompió la vieja mitologia de los partidos burgueses, que se concretaba en el bipartidismo, pero esa misma voluntad no logró imponerse sobre las jerarquías políticas frentistas, fijarles su voluntad de cambio de forma clara y, obligarlos a obedecer esa voluntad de cambio latente.

Los resultados de esas voluntades colectivas frustradas estan a la vista: no hay participación popular y hay desconfianza masiva. La gente tiene claro que los que disputan poder en el Uruguay de hoy disputan poder para sí mismos. Que en ese dilema ellos, son convidados masivos -por el peso de su voto, necesariamente- pero nada más.

Después del acto electoral deberan volver a su papel subalterno, de rumiar en silencio su frustración. Hasta que en próximas elecciones, el ciclo vuelva a repetirse. Es decir, el viejo juego a que nos tenía acostumbrados el bipartidismo tradicional.

Sean neoliberales o neodesarrollistas o populistas, nuestras elites políticas no estan dispuestos a levantar una alternativa anticapitalista, ni siquiera antiimperialista.

Qué queda entonces, qué se mueve en la superficie política, con la cual hacen su dia-a-día la prensa escrita y la televisión?

-La respuesta es sencilla: la política menuda de la banalidad. Los ataques de las cúpulas entre ellos, en disputas baladíes, sobre si ”la bandera” del Sr. Lacalle Pou, o su propuesta ”positiva” de elegir entre el elenco gubernamental frentistas, una figura femenina (Azucena Arbeleche) que pueda ser garantía de continuidad de la misma vieja política económica, para ganar terreno por los márgenes, sin discutir los grandes problemas que la situación económica internacional, la crisis generalizada del sistema capitalista a escala mundial, no solo regional, imponen.

Decíamos al comienzo de este artículo que ”El Observador” para llenar su página se ha referido en su edición digital del 20 del corriente mes a los atisbos de autocritica de las jerarquías frentistas a la falta de movilidad y aporte de las corrientes frentistas a los candidatos presidenciables en sus actos.

Y cita una interpretación posible que da Monica Xavier Presidente del aparato partidario frentista. Se dice ahora ”que los sectores y dirigentes de peso frentistas priorizaron el armado de las listas sobre la campaña” . Creemos que la explicación es falsa, pero además desmemoriada.

Hace un rato largo que las jerarquías frentistas movilizan con ”el acarraeo” de su clientela, que falta el empuje y el calor popular, que la motivación a sus bases y al electorado ha sido un rotundo fracaso que cometieron principalmente las principales figuras ”y los denominados dirigentes de peso”. Y en función de las intervenciones públicas de Vásquez -desacertadas y negativas- el efecto de desconfianza se expande.

Todo eso lo señaló el entonces candidato Constanza Moreira desde el comienzo. Señaló expresamente que ella, como la mayoría del electorado, quería ”algo mas”. Que Vazquez ya había sido candidato, presidente y señaló el tema de la edad avanzado del pretendido reincidente en su postulación después de todos los errores y confesiones que lo obligaron antes a retirar, durante un tiempo, su candidatura.

La cúpula frenteamplista ante el desafío de aquella candidatura recurrió entonces, ”a la corrida a la calle Buschental” para obligar a Tabaré Vázquez a adelantar su postulación. Las fotos del evento son públicas y fueron publicada por toda la prensa. Vazquez, desde el comienzo fue un candidato fabricado por la cúpula , un error de opción politica propio de esa cúpula, un atentado de esos altos niveles de la burocracia , a los intereses políticos generales de la burocracia política. Con brillantez, en estas páginas, lo marcó acertadamente un colaborador habitual: Fernando Moyano.

Las elecciones ”internas” confirmaron que la oposición a la candidatura Vázquez tenía más peso del supuesto, pero se salió de la crisis con la fabricación del ”fenómeno Sendic” -(que no es ningún ”fenómeno”, porque desde el comienzo de su postulación, el mismo Vazquez lo habia propuesto , o ahora tampoco tenemos memoria, no hay hemerotecas, ni archivos?)- como muletilla de ”renovación y cambio” que antes habia sido expresamente negada.

La irrupción de la candidatura opositora de Lacalle Pou, en las mismas elecciones internas, puso aún más las cosas en evidencia. Y después, todo ha seguido desarrollándose sin que esas mismas jerarquías -impotentes de toda impotencia- hayan podido mitigar el fenómeno.

En agosto, ya hablamos de la ” posibilidad ” de un ”final abrupto” del ciclo abierto por la victoria electoral del 2004. Victoria obtenida por la movilización popular, capitalizada por la cúpula y traicionada por esa mismo cúpula a lo largo de dos periódos gubernamentales.

De qué nos lamentamos Señores?

Acaso de la incapacidad propia?

Otra vez vemos a repetir la variable, maniobra, jugarreta, gambito, o como quiera llamársele de hacerce los desentendidos? De no asumir responsabilidades propias? De hecharle la culpa....a quién?

Los aparatos partidarios y las principales figuras politicas ”de peso”, los caciques, caciquillos y capitanejos, en realidad no tienen peso y no tienen ”indiada” que los sigan. Estan solos y huérfanos porque han defraudado, se les quemó ”el aparato y mejor que no hagan intentos de convocarlo, porque más allá del ”acarreo” de la posible ”clientela”, el resultado va a ser el mismo.

Las elecciones próximas, serán -todo parece indicarlo- elecciones sin participación popular, con público expectante, sabiendo que entre los tres partidos que disputan el poder político no hay opciones, para esas inmensas mayorías.

Para los partidos burgueses ”fundacionales” (curioso membrete con pretensiones para ”lo que sucedio” en realidad en la batalla de Carpintería) el asunto no es ninguna novedad. Desde la Constitución cencitaria de 1830 a la actual, el asunto ha sido siempre el mismo, fingir cambios, para que no cambie absolutamente nada.

Para las inmensas mayorías ”que padecen esa Historia” en cambio llegó la hora de salir de la mera observación y comenzar a articular el futuro.

Los que padecen la Historia deben aprender a desconfiar de los falsos líderes, de las mesnadas de escuderos (generalmente trepadores y oportunistas) que los siguen, de los ”aparatos” que con pretexto de ”organizar mejor” se les imponen.

Escritas estas líneas, en proceso rutinario de envío, nos llegan las noticias de las últimas encuestas antes de las elecciones: son catastróficas para el proyecto fraude amplista, los ”caciques” de más peso ( léase los responsables principales de este descalabro , verbigracia el Sr. ”presidente” Mujica, el Sr. ”vicepresidente” Danilo Astori, el ”candidato por ancianidad” Tabaré Vázquez) siguen en baja en su intención de voto, mientras su rival conservador, el Sr. Lacalle Pou crece. (véase El Pais, edición digital del jueves 21 de agosto del corriente año).

Todos estos ”caciques” son la corporización de la ”derecha del Frente”, ellos y los grupos políticos entre los que se cuenta su respaldo. Ellos y sus grupos encabezaron ese viraje hacia la derecha que caracterizó las dos últimas administraciones gubernamentales después del triunfo popular del 2004.

Ellos y sus grupos silenciaron a los grupos políticos críticos, los acorralaron hasta expulsarlos, y después siguieron su carrera de ”cortar cabezas”, afirmar los ”cuellos de botella” en los organismos para que no se escucharan voces críticas y se silenciara toda posible oposición. Ellos cerraron -inclusive- los comités de Base, verdadero pulmón popular de la expresión popular. Fue un proceso largo de extrangulamiento de una fuerza política popular a la que debían todo, pero que podía alentar la posibilidad de controlarlos.

El mal está ya hecho, en su afán de conciliar con las verdaderas corporaciones del poder (la corporación militar, la corporación empresarial, la corporación de la alta burocracia estatal) la búsqueda de acuerdos y consensos con ellos, los precipita al vacío político, los deja ”sin la silla”.

El epitafio de todos ellos deberá ser inmisericorde: ”Gobernaron para la derecha, le entregaron el poder y traicionaron a los trabajadores y explotados”.